El reino de la creencia es una criatura escurridiza en los mundos del Paganismo, la Brujería y la Magia. Hay variaciones de tradición entre un camino y otro, o aun de un grupo dentro de una tradición específica y otra, pero la mayoría comparte algunos elementos comunes. Una de estos es a menudo la creencia en alguna clase de espíritus de la naturaleza.
Las hadas clásicas de la pintoresca diversidad victoriana generalmente dan lugar a ideales menos fantásticos de espíritus de la naturaleza en el Paganismo moderno, pero aún así hay algunos que se aferran a las visiones de elfos como Tolkien o visiones folklóricas como las de Spriggans, Kobolds y Brownies, entre otros. Aun así otros insistirán en descripciones gnómicas de los espíritus de la naturaleza, y muchos afirmarán haber visto su propia versión de dichos espíritus en el parque local o los bosques.
En mi serie de escritos Espíritus Elementales (Capall Bann), intento evitar que alguna de estas interpretaciones de los Espíritus, sea más válida que otra. Las personas divisarán los espíritus de la naturaleza en sus formas preferidas. Nuestra percepción de los espíritus se basa más en una interpretación psíquica que en el tipo de discernimiento visual que usamos cuando interpretamos seres más sólidos. Mientras que algunos pueden dejarse llevar en sus fantasías alcanzando considerable magnitud, ninguna percepción de mundo de las hadas está equivocada de por sí. Es sólo interpretación personal, lo mismo que dos artistas nunca percibirán o bosquejarán algo con exactamente la misma forma.
A pesar de nuestras representaciones de los espíritus de la naturaleza, la mayoría de los Paganos estarán de acuerdo que ellos existen en alguna forma u otra. Muchos sólo aceptan las clases arquetípicas de gnomos, sílfides, salamandras y ondinas en sus rituales, pero a pesar de eso se reconoce de que el espíritu de un árbol específico es algo que separado de estas categorías clásicas, el cual fue originariamente mencionado por los Alquimistas y popularizado por Paracelso.
Creer en hadas, o espíritus de la naturaleza con cualquier nombre, parece una progresión natural en las sendas de la magia. En cualquier rama del Paganismo, el culto por algún tipo de elementos de la naturaleza juega un papel importante, ¿cómo podría uno venerar algo que uno no cree sea alguna forma de Espíritu? Algunos hablan de "reverenciar la naturaleza" en lugar de adorar, pero el resultado es el mismo. Reverencia o adoración, todos buscamos lo espiritual en nuestros caminos. Aunque mi camino mágico me aleja de las religiones, creo que la magia requiere una creencia en el Espíritu, y esto también incluye el reconocimiento de las diferentes formas de espíritus de todas las cosas en naturaleza.
Si son presionados, muchos de aquellos que afirman haber visto hadas en el parque local reconocerán que realmente no las vieron, pero que sabían que estaban allí. Personalmente no tengo ningún problema en creer en esto. Hay algunos que naturalmente ven espíritus de la naturaleza, y otros pueden aprender a obtener tal habilidad pero generalmente la mayoría los percibe a otro nivel, el cual no requiere validación visual. Lo importante aquí es que la creencia precede a la percepción.
Demasiado a menudo, muchos de nosotros sabemos de los espíritus de la naturaleza pero no hablamos de esto en nuestra vida de todos los días, porque suponemos que las personas 'comunes' que nos rodean, como nuestros compañeros de trabajo, pensarán que estamos locos si confesamos creer en hadas. Personalmente, siempre he sido muy franca acerca de mis intereses por lo oculto y no dudo en discutir mis libros con mis compañeros de trabajo. A menudo, se muestran interesados y a la larga alguien vendrá y me preguntará si creo en hadas. ¡Mi respuesta es absolutamente si! Ellos no se espantan. De hecho, algunos de ellos inevitablemente admitirán que siempre han sabido que algo había, pero no hablaban de eso por miedo a las reacciones negativas de las personas conocidas. Esto le hace a uno preguntarse simplemente cómo muchas personas comunes comparten nuestras creencias en los espíritus de la naturaleza de algún modo.
Intencionalmente integrando a los espíritus de naturaleza en rituales diarios como la tradición de dejar un poquito de leche o miel fuera para las hadas es, a mi parecer, un acto de espiritualidad que amite que el mundo Espíritual podría ser una realidad diferente. Realizando rituales que también incluyan a los espíritus, incluso la tradición de llamar a los cuatro elementos, es otra manera de traer a los espíritus de la naturaleza a nuestra conciencia, si esto se hace muy a menudo. Un huerto de hadas cuidado a diario, como es descrito en Espíritus de la Tierra, es un más directo método de comunión diaria con los espíritus de la naturaleza y un reconocimiento y recordatorio diario de la creencia de uno en estas criaturas.
Los beneficios de este reconocimiento nos llegan no sólo a través de paz interior espiritual, sino que también en las opciones que uno tiene para la práctica mágica. Las hadas pueden ser muy serviciales en la magia si deciden serlo. No siempre cooperarán y cualquiera que trate con espíritus de la naturaleza tarde o temprano se enterará del por qué de tantas historias tradicionales acerca de hadas dañinas, pero a pesar de esto los espíritus que se familiarizen a ti pueden ser de genuino valor para el trabajo mágico. Ellos extraen la magia fuera de uno mismo, y le añaden sus toques especiales a la intención. A menudo esto es bueno, aunque nuevamente, uno debe ser un poco cuidadoso ante la posibilidad de una pérdida de perspectiva (aqui la autora usa la palabra "misdirection" que significa distraer al público para que no se dé cuenta del truco que el prestidifitador está realizando). Los espíritus de la naturaleza son, como la naturaleza misma, criaturas del caos. La naturaleza trabaja en patrones que siguen parámetros, pero no siempre puede ser pronosticados con precisión. En consecuencia, la magia que involucra espíritus de la naturaleza puede desviarse de la intención de uno si los parámetros no son específicamente determinados.
Cada percepción individual del mundo de las hadas es única, pero lo que nos vincula es la creencia de saber que están allí. Espíritus hogareños, espíritus de la naturaleza y espíritus etéreos al igual que hadas, no importa con qué nombre se los denomine, ellos/ellas continúaran brindando magia a las vidas de aquellos que eligen reconocerlos, y yo personalmente siempre creeré en hadas.
Jaq D. Hawkins (nacida el 27 de octubre 1956), también conocida como Denise Channing, es una ocultista británica, autora, y conferencista sobre magia del caos . Otro seudónimo que ella ha usado es el de Mark Chao.
Hawkins también es fundadora de Goblin Films para llevar al cine su novela fantástica, Dance of the Goblins.
Se hizo conocida como escritora en el circuito mágico en los 80s a través de artículos en diversas revistas. La más notable fue Mezlim, una publicación trimestral americana.Su primer libro Understanding Chaos Magic, fue publicado en 1996. Desde entonces se le ha llegado a conocer internacionalmente por aquellos dentro de los círculos ocultistas y las subculturas paganas tanto como escritora así como también conferenciante sobre el tema.
Es la autora de la serie Espíritus de los Elementos, incluyendo Espíritus de la Tierra, los Espíritus del Aire, los Espíritus del Fuego, los Espíritus del Agua y los Espíritus del Éter.
Ella es también la autora de Chaos Monkey, Women of Power: The Woman as Magus y es citada en el trabajo de Ramsey Dukes, Uncle Ramsey´s Little Book of Demons.
Hawkins también dicta cursos online sobre temas mágicos, a través del Arcanorium College, sitio-escuela de la Magia del Caos donde entre otros participa Peter Carroll.
Las hadas clásicas de la pintoresca diversidad victoriana generalmente dan lugar a ideales menos fantásticos de espíritus de la naturaleza en el Paganismo moderno, pero aún así hay algunos que se aferran a las visiones de elfos como Tolkien o visiones folklóricas como las de Spriggans, Kobolds y Brownies, entre otros. Aun así otros insistirán en descripciones gnómicas de los espíritus de la naturaleza, y muchos afirmarán haber visto su propia versión de dichos espíritus en el parque local o los bosques.
En mi serie de escritos Espíritus Elementales (Capall Bann), intento evitar que alguna de estas interpretaciones de los Espíritus, sea más válida que otra. Las personas divisarán los espíritus de la naturaleza en sus formas preferidas. Nuestra percepción de los espíritus se basa más en una interpretación psíquica que en el tipo de discernimiento visual que usamos cuando interpretamos seres más sólidos. Mientras que algunos pueden dejarse llevar en sus fantasías alcanzando considerable magnitud, ninguna percepción de mundo de las hadas está equivocada de por sí. Es sólo interpretación personal, lo mismo que dos artistas nunca percibirán o bosquejarán algo con exactamente la misma forma.
A pesar de nuestras representaciones de los espíritus de la naturaleza, la mayoría de los Paganos estarán de acuerdo que ellos existen en alguna forma u otra. Muchos sólo aceptan las clases arquetípicas de gnomos, sílfides, salamandras y ondinas en sus rituales, pero a pesar de eso se reconoce de que el espíritu de un árbol específico es algo que separado de estas categorías clásicas, el cual fue originariamente mencionado por los Alquimistas y popularizado por Paracelso.
Creer en hadas, o espíritus de la naturaleza con cualquier nombre, parece una progresión natural en las sendas de la magia. En cualquier rama del Paganismo, el culto por algún tipo de elementos de la naturaleza juega un papel importante, ¿cómo podría uno venerar algo que uno no cree sea alguna forma de Espíritu? Algunos hablan de "reverenciar la naturaleza" en lugar de adorar, pero el resultado es el mismo. Reverencia o adoración, todos buscamos lo espiritual en nuestros caminos. Aunque mi camino mágico me aleja de las religiones, creo que la magia requiere una creencia en el Espíritu, y esto también incluye el reconocimiento de las diferentes formas de espíritus de todas las cosas en naturaleza.
Si son presionados, muchos de aquellos que afirman haber visto hadas en el parque local reconocerán que realmente no las vieron, pero que sabían que estaban allí. Personalmente no tengo ningún problema en creer en esto. Hay algunos que naturalmente ven espíritus de la naturaleza, y otros pueden aprender a obtener tal habilidad pero generalmente la mayoría los percibe a otro nivel, el cual no requiere validación visual. Lo importante aquí es que la creencia precede a la percepción.
Demasiado a menudo, muchos de nosotros sabemos de los espíritus de la naturaleza pero no hablamos de esto en nuestra vida de todos los días, porque suponemos que las personas 'comunes' que nos rodean, como nuestros compañeros de trabajo, pensarán que estamos locos si confesamos creer en hadas. Personalmente, siempre he sido muy franca acerca de mis intereses por lo oculto y no dudo en discutir mis libros con mis compañeros de trabajo. A menudo, se muestran interesados y a la larga alguien vendrá y me preguntará si creo en hadas. ¡Mi respuesta es absolutamente si! Ellos no se espantan. De hecho, algunos de ellos inevitablemente admitirán que siempre han sabido que algo había, pero no hablaban de eso por miedo a las reacciones negativas de las personas conocidas. Esto le hace a uno preguntarse simplemente cómo muchas personas comunes comparten nuestras creencias en los espíritus de la naturaleza de algún modo.
Intencionalmente integrando a los espíritus de naturaleza en rituales diarios como la tradición de dejar un poquito de leche o miel fuera para las hadas es, a mi parecer, un acto de espiritualidad que amite que el mundo Espíritual podría ser una realidad diferente. Realizando rituales que también incluyan a los espíritus, incluso la tradición de llamar a los cuatro elementos, es otra manera de traer a los espíritus de la naturaleza a nuestra conciencia, si esto se hace muy a menudo. Un huerto de hadas cuidado a diario, como es descrito en Espíritus de la Tierra, es un más directo método de comunión diaria con los espíritus de la naturaleza y un reconocimiento y recordatorio diario de la creencia de uno en estas criaturas.
Los beneficios de este reconocimiento nos llegan no sólo a través de paz interior espiritual, sino que también en las opciones que uno tiene para la práctica mágica. Las hadas pueden ser muy serviciales en la magia si deciden serlo. No siempre cooperarán y cualquiera que trate con espíritus de la naturaleza tarde o temprano se enterará del por qué de tantas historias tradicionales acerca de hadas dañinas, pero a pesar de esto los espíritus que se familiarizen a ti pueden ser de genuino valor para el trabajo mágico. Ellos extraen la magia fuera de uno mismo, y le añaden sus toques especiales a la intención. A menudo esto es bueno, aunque nuevamente, uno debe ser un poco cuidadoso ante la posibilidad de una pérdida de perspectiva (aqui la autora usa la palabra "misdirection" que significa distraer al público para que no se dé cuenta del truco que el prestidifitador está realizando). Los espíritus de la naturaleza son, como la naturaleza misma, criaturas del caos. La naturaleza trabaja en patrones que siguen parámetros, pero no siempre puede ser pronosticados con precisión. En consecuencia, la magia que involucra espíritus de la naturaleza puede desviarse de la intención de uno si los parámetros no son específicamente determinados.
Cada percepción individual del mundo de las hadas es única, pero lo que nos vincula es la creencia de saber que están allí. Espíritus hogareños, espíritus de la naturaleza y espíritus etéreos al igual que hadas, no importa con qué nombre se los denomine, ellos/ellas continúaran brindando magia a las vidas de aquellos que eligen reconocerlos, y yo personalmente siempre creeré en hadas.
Jaq D. Hawkins (nacida el 27 de octubre 1956), también conocida como Denise Channing, es una ocultista británica, autora, y conferencista sobre magia del caos . Otro seudónimo que ella ha usado es el de Mark Chao.
Hawkins también es fundadora de Goblin Films para llevar al cine su novela fantástica, Dance of the Goblins.
Se hizo conocida como escritora en el circuito mágico en los 80s a través de artículos en diversas revistas. La más notable fue Mezlim, una publicación trimestral americana.Su primer libro Understanding Chaos Magic, fue publicado en 1996. Desde entonces se le ha llegado a conocer internacionalmente por aquellos dentro de los círculos ocultistas y las subculturas paganas tanto como escritora así como también conferenciante sobre el tema.
Es la autora de la serie Espíritus de los Elementos, incluyendo Espíritus de la Tierra, los Espíritus del Aire, los Espíritus del Fuego, los Espíritus del Agua y los Espíritus del Éter.
Ella es también la autora de Chaos Monkey, Women of Power: The Woman as Magus y es citada en el trabajo de Ramsey Dukes, Uncle Ramsey´s Little Book of Demons.
Hawkins también dicta cursos online sobre temas mágicos, a través del Arcanorium College, sitio-escuela de la Magia del Caos donde entre otros participa Peter Carroll.