(Extraído del libro Now That’s What I Call Chaos Magick)
Hay una parte de ti que sabe qué es la belleza, o el amor, o la felicidad, o la libertad, o la honestidad, o la creatividad... etc... etc. Puede ser que esté enterrada tan adentro de tu mente, que no puedas verla, oírla o sentirla, pero está ahí. El problema es que parece que esa parte de ti solamente te habla cuando no estás escuchándola. Así que tienes que distraer la mente consciente para poder oírla.
Una técnica para hacer esto visualmente es realizar algún tipo de dibujo automático. Ahora no te asustes, no vamos a canalizar a los muertos o algo así. Es esencialmente una técnica muy simple, pero necesitas estar suelto y relajado para permitir que ocurra.
Lo que el siguiente proceso crea es una imagen mágica, en la que cada elemento está deliberadamente construido por sus asociaciones simbólicas. Podemos trabajar con esta imagen de incontables formas una vez haya sido creada, pero primero tenemos que hacerla.
Dibujo Automático
Práctica. Consigue algunas piezas grandes de papel y lápiz. Siéntate y relájate. Concéntrate en respirar lenta y profundamente. Ahora, sin despegar tu lápiz del papel dibuja líneas de simples formas a través del papel. Prueba a hacer X una detrás de otra en una sola línea, después ondas unas a través de otras, después cuadrados, después triángulos, después formas de S. Inventa nuevas formas, pero asegúrate de que son repetidas a través de la página.
No te preocupes si dibujas sobre líneas anteriores, y no te preocupes si no parecen bonitas. Eso no es lo importante. Lo que es importante es la libertad de movimiento y la soltura de la mano y muñeca. Después de sentirte completamente aflojado (usualmente de 5 a 10 minutos) entonces podemos empezar a dibujar.
Siéntate quieto frente a tu papel, cierra los ojos y piensa en un tiempo en el que experimentaste algo bello. Relájate. Respira profundamente y coloca tu lápiz sobre el papel frente a ti. Mientras estás re-experimentando este momento de belleza, deja que las imágenes, sonidos y sentimientos entren en tu mente. Aumenta el tamaño de las imágenes, el volumen de los sonidos, y la intensidad de los sentimientos. Y mientras haces esto deja que tu lápiz haga marcas sobre el papel. No necesitas levantar el lápiz del papel, simplemente déjalo deslizarse a través de la superficie del papel. Concéntrate en experimentar el momento de belleza, y permítete entran en el mismo completamente. Como si estuvieras allí y mientras mantén el lápiz en tu relajada mano dibujando sobre el papel.
Cuando te sientas preparado para finalizar la sesión, puedes levantar el lápiz del papel. Abre tus ojos y dale la vuelta al papel para que no te sientas tentado de mirarlo aún.
Levántate y haz alguna otra cosa, preferiblemente algo físico, o preparar la comida y la bebida.
Ahora, después de esta ruptura, vuelve a la imagen que has creado durante tu sesión y estúdiala. ¿Hay alguna imagen reconocible? Si es así, acentúa las líneas que forman esa imagen (yo usualmente las remarco con tinta) y has la o las imágenes más claras. Juega con ellas; observa si puedes hacer caras o animales, o diseños geométricos. Cualquier cosa puede emerger, permite a las imágenes surgir desde las profundidades del papel.
Cuando hayas tenido bastante, coloca un papel de calco sobre tus imágenes y trázalas sobre una nueva hoja de papel. Tira la vieja hoja de papel, ¡o quémala!
Mira tu nuevo papel y las imágenes sobre él. Empieza a combinarlas y simplificarlas en una imagen. Puedes que necesites usar varias hojas de papel antes de que el proceso de cristalización esté completo, pero recuerda destruir las hojas previas de papel conforme las apartes.
Para finalizar este proceso deberías tener una imagen fácilmente repetible que represente la experiencia completa que has disfrutado. No simplemente lo que viste, sino que también los sonidos y sentimientos que experimentaste. Todas las impresiones sensoriales de ese momento en el tiempo y cualquier cosa conectada con ese momento, debe estar contenido dentro de tu imagen cristalizada. Esta imagen cristalizada es llamada glifo, y en este caso hemos creado un glifo para la belleza.
Nota: Este proceso puede ser repetido para cualquier estado emocional que haya sido experimentado. Sin embargo, si no puedes recordar haber experimentado alguna vez un estado particular (felicidad, por ejemplo), entonces simplemente supón lo que ese estado tendría que parecer, imagina qué se sentiría, qué sonaría y qué se vería. Cuanto más trabajes con ese sentimiento de esta manera, más familiarizado con él te volverás, y más lo reconocerás en tu vida.
Hay una parte de ti que sabe qué es la belleza, o el amor, o la felicidad, o la libertad, o la honestidad, o la creatividad... etc... etc. Puede ser que esté enterrada tan adentro de tu mente, que no puedas verla, oírla o sentirla, pero está ahí. El problema es que parece que esa parte de ti solamente te habla cuando no estás escuchándola. Así que tienes que distraer la mente consciente para poder oírla.
Una técnica para hacer esto visualmente es realizar algún tipo de dibujo automático. Ahora no te asustes, no vamos a canalizar a los muertos o algo así. Es esencialmente una técnica muy simple, pero necesitas estar suelto y relajado para permitir que ocurra.
Lo que el siguiente proceso crea es una imagen mágica, en la que cada elemento está deliberadamente construido por sus asociaciones simbólicas. Podemos trabajar con esta imagen de incontables formas una vez haya sido creada, pero primero tenemos que hacerla.
Dibujo Automático
Práctica. Consigue algunas piezas grandes de papel y lápiz. Siéntate y relájate. Concéntrate en respirar lenta y profundamente. Ahora, sin despegar tu lápiz del papel dibuja líneas de simples formas a través del papel. Prueba a hacer X una detrás de otra en una sola línea, después ondas unas a través de otras, después cuadrados, después triángulos, después formas de S. Inventa nuevas formas, pero asegúrate de que son repetidas a través de la página.
No te preocupes si dibujas sobre líneas anteriores, y no te preocupes si no parecen bonitas. Eso no es lo importante. Lo que es importante es la libertad de movimiento y la soltura de la mano y muñeca. Después de sentirte completamente aflojado (usualmente de 5 a 10 minutos) entonces podemos empezar a dibujar.
Siéntate quieto frente a tu papel, cierra los ojos y piensa en un tiempo en el que experimentaste algo bello. Relájate. Respira profundamente y coloca tu lápiz sobre el papel frente a ti. Mientras estás re-experimentando este momento de belleza, deja que las imágenes, sonidos y sentimientos entren en tu mente. Aumenta el tamaño de las imágenes, el volumen de los sonidos, y la intensidad de los sentimientos. Y mientras haces esto deja que tu lápiz haga marcas sobre el papel. No necesitas levantar el lápiz del papel, simplemente déjalo deslizarse a través de la superficie del papel. Concéntrate en experimentar el momento de belleza, y permítete entran en el mismo completamente. Como si estuvieras allí y mientras mantén el lápiz en tu relajada mano dibujando sobre el papel.
Cuando te sientas preparado para finalizar la sesión, puedes levantar el lápiz del papel. Abre tus ojos y dale la vuelta al papel para que no te sientas tentado de mirarlo aún.
Levántate y haz alguna otra cosa, preferiblemente algo físico, o preparar la comida y la bebida.
Ahora, después de esta ruptura, vuelve a la imagen que has creado durante tu sesión y estúdiala. ¿Hay alguna imagen reconocible? Si es así, acentúa las líneas que forman esa imagen (yo usualmente las remarco con tinta) y has la o las imágenes más claras. Juega con ellas; observa si puedes hacer caras o animales, o diseños geométricos. Cualquier cosa puede emerger, permite a las imágenes surgir desde las profundidades del papel.
Cuando hayas tenido bastante, coloca un papel de calco sobre tus imágenes y trázalas sobre una nueva hoja de papel. Tira la vieja hoja de papel, ¡o quémala!
Mira tu nuevo papel y las imágenes sobre él. Empieza a combinarlas y simplificarlas en una imagen. Puedes que necesites usar varias hojas de papel antes de que el proceso de cristalización esté completo, pero recuerda destruir las hojas previas de papel conforme las apartes.
Para finalizar este proceso deberías tener una imagen fácilmente repetible que represente la experiencia completa que has disfrutado. No simplemente lo que viste, sino que también los sonidos y sentimientos que experimentaste. Todas las impresiones sensoriales de ese momento en el tiempo y cualquier cosa conectada con ese momento, debe estar contenido dentro de tu imagen cristalizada. Esta imagen cristalizada es llamada glifo, y en este caso hemos creado un glifo para la belleza.
Nota: Este proceso puede ser repetido para cualquier estado emocional que haya sido experimentado. Sin embargo, si no puedes recordar haber experimentado alguna vez un estado particular (felicidad, por ejemplo), entonces simplemente supón lo que ese estado tendría que parecer, imagina qué se sentiría, qué sonaría y qué se vería. Cuanto más trabajes con ese sentimiento de esta manera, más familiarizado con él te volverás, y más lo reconocerás en tu vida.
