"Para el trabajo de más alto nivel espiritual uno consecuentemente debe escoger a esa víctima que alberga la fuerza máxima y más pura. Un niño varón de inocencia perfecta y suma inteligencia es la víctima más satisfactoria y adecuada". - Aleister CrowleyEste comentario deliberadamente controversial es a menudo usado por los cristianos y Satanistas por igual como prueba de la naturaleza entrañablemente malvada de Crowley. Esto, al igual que con toda la escritura de Crowley, debe ser analizado sintácticamente a múltiples niveles y cualquier lectura de su trabajo hace evidente de que él no habla de un sacrificio literal de sangre sino, más bien, de algo bastante más sutil y sublime. Como todo aquel que se interese lo suficientemente como para hacer la investigación sabe, él se refiere al orgasmo masculino como un vehículo para el "trabajo espiritual supremo. Un "niño de inteligencia perfecta" alude a este nivel al material genético contenido dentro del semen. El ADN de la humanidad sin duda es de "inocencia perfecta y elevada inteligencia pero si exploramos esto más profundamente, existe un rito poderoso contenido en él que puede ser empleado para grandes resultados y es, quizás, la esencia de la Gran Obra.
La sugerencia de Crowley es sensacionalista y cargada con asuntos sexuales pero lo esencial de su mensaje es de que el rito mágicko intenta ofrecer un niño intencional para el reino. Habla del sacrificio del mundo material por el bien del espíritu, y el renacimiento resultante del reino de él es el sacrificio. Mientras Crowley específicamente se refiere al orgasmo como el elemento obligatorio, cualquier estado de trance suficientemente intenso y concentrado puede usarse para crear a un niño mágicko. En el más profundo momento singular de introspección, de infinita precisión de compresión, el niño es coronado y envuelto en Voluntad para ser puesto en libertad en la cima de expansión infinita. El niño es el hechizo o intención, cargado y ofrecido al espacio dinámico de Creación. Se le concede vida y dejado libre para actuar sobre la Voluntad de su creador.
El trabajo de éxtasis es la alimentación de Hadit, la estrella personal interna. Como un horno en el cual forjamos al niño, este trance es enfocado internamente hacia ese punto infinito del yo. La estrella resplandece y arde más luminosa y más brillante con cada respiración hecha más profunda, radiante con mantra y nombres conjurados del dios. Está rodeado de protectores angelicales y sigilos personales y belleza y fuerza dada a través de la intención y la devoción. A medida que el ego se disuelve en este acto y la presión que ejerce la divinidad se vuelve más y más grande, el caparazón de Hadit es quitado cuando el cuerpo estalla y se expande en todas direcciones a la velocidad de luz como una supernova hacia afuera a las mismísimas fronteras del cuerpo mayor de Nuit, el TODO. Éste es el momento de acceso total, la (re)unión con el espacio cuántico cuando hacemos contacto con cada y todas las cosas y con cada y todas las no-cosas. Éste está el momento de bendecir al niño y liberar su estrella, en el Caos remolineante como una bella mariposa bendita batiendo sus alas con la ambición feroz de los huracanes.
En este momento de acceso, expresa tu voluntad. Nombra a este niño con tu intención y lánzalo al cosmos. Sacrifíca su espíritu al reino de los caparazones a fin de que tu voluntad persista y se amplifique. Dale esta ofrenda al mundo, a Nu, a la Diosa, al TODO. Inflámate a ti mismo y accede los dramatis personae. Conviértete en el dios de todo y nada pronunciando la palabra de tu Aeon. Observa como tu carne lentamente se funde alrededor del ego reformante, como tu mente se desconecta de lo infinito y reconstruye el yo de la nada. Regresarás más en plenitud, todavía más ligero, animado por el sentimiento inconmovible que, de algún modo apenas tangible, has hecho una distinción verdadera de las corrientes de la vida, alimentando la Gran Estrella y cuidando su luz.
Si tus ofrendas son a menudo caritativas, devotas, humanísticas, entonces te encontrarás con que tu vida mejorará. Simplemente trabaja éste camino por medio de alguna corriente oculta que parezca recompensar tales actos. A su vez, aquellas veces en las que tú necesites recoger fuerza, fortuna o amor del sistema, tu saldo será bueno y habrá grandes posibilidades de éxito. Paga tu aprendizaje. Jah provee. El amor es la ley.
Tales trabajos pueden ser repetidos durante días, semanas, años. Pueden ser muy poderosos cuando se alinean con días sagrados y ocasiones celestiales. Quizá siendo aun más poderosos si son coordinados en grupos con intención compartida. Considera crear símbolos mágickos que reflejen y amplifiquen tus niños, luego dale esos símbolos al mundo. Actúa como si cada orgasmo creara un niño etérico de voluntad, como si cada orgasmo sea una bendición para el mundo. Imagina si los pensamientos mismos crean tales niños meméticos ofrecidos al campo de la mente. ¿Pensarías diferente? Imponiendo ficciones es quizás como tales niños son ofrecidos al mundo como sueños vivientes. Todo arte y todo acto de creación es la descendencia de la humanidad. Considéralos como tales y tu perspectiva cambiarán acercándose a la aprehensión del Absoluto en todas las cosas.
El Ojo soñador de Shiva se abre y todas las formas se destruyen. El ojo ciego llora con la caída de la Torre. Cerrándolo, el mundo de ensueños es creado nuevamente. ¿Qué puede llegar a pasar si el soñador se despierta dentro del sueño?
